AEROCLUB
de Estudios Geográficos del Instituto de Segunda Enseñanza de Sagua La Grande
Una de las actividades más interesantes y originales con que pueda haber contado un plantel de enseñanza en cualquier
parte del mundo, tuvo lugar en el Instituto (Pre-Universitario) de Segunda Enseñanza de Sagua La Grande. Las década de los
años 40 llegaba a su final. La aviación civil en Cuba comenzaba la curva ascendente de su apogeo. Y en Sagua los hermanos
Yánez habían echado a volar su Escuela Nuestr Señora de Loreto. Y el aeropuerto era un hervidero de entusiasmo y los cielos
del Central Resulta un abejeo de avionetas. La pista de aterrizajes era frecuente visita de muchas personas que gustaban de
observar los progresos de los aspirantes a pilotos, y que por las tardes se congregaban , un poco a disfrutar del inusitado
espectáculo y un mucho a hacer tertulia, esa imponderable actividad de extraversión que es una de las grandes suertes que
nos ha tocado a los que heredamos de España, la lengua y la cultura. Porque hablar y comunicar ideas y pareceres, en sério
o en broma, es una necesaria gimnasia del espiritu, sin la cual los pueblos se sumen en una infecunda cubierta que los obliga
al escape interior y que los consume y endurece. Y allí, en una de aquellas charlas que el ambiente tornaba siempre optimista,
nació la idea del Aeroclub de Estudios Geográficos del Instituto de Segunda Enseñanza de Sagua La Grande. El Dr. Francisco
Fernández, el siempre entusiasta "Paquito" de aquellos años, adelantó la idea de que los estudios de su cátedra,
Geografía e Historia, con el uso del avión, debían tener un impacto pedagógico incuestionable en las enseñanzas del aspecto
físico de la geografía. Debía de ser de extraordinario valor para los alumnos poder percatarse del relieve de una región,
de la sinuosidad de los ríos, sus meandros, sus lagos de herradura; los contornos de las costaslos distintos tipos de terreno,
la abundancia de vegetación, el color de los mares y de las corrientes; la medición de la temperatura y de la presión atmosféricas,
el estudio de las nubes y otros fenómenos de la atmófera, de todos los cuales se tenía en la clase una noción plana y teórica
sin el concurso tan valioso de la imágen directa. Y así arrancó el proyecto. Uno de los primeros en cooperar a la tarea de
llevar a volar a los muchachos fue el inolvidable Eduardito García, cuyo avión quedó de inmediato a la disposición del propósito.
Entonces se reglamentaron por "Paquito" las condiciones en que los estudiantes harían los vuelos, sirviendo los
mismos de gran incentivo para que los educandos alcanzaren los niveles de puntuación que les darían derecho a las observaciones
semanales. Otro avión que se puso a disposición del Aeroclub fue el de Agustín Bayolo. Y por supusto con el ofracimiento de
Mario García y de los Yanes, de usar las máquinas en caso de que las que las oficiales, no se pudieranhacer al aire por razones
de mantenimiento o de uso de sus dueños.
El Aeroclub fue un éxito rotundo. A tal extremo que se organizaron funciones de beneficio, sorteos y donaciones, y los
estudiantes levantaron una moderna estructura de madera en los terrenos del aeropuerto que como siempre cedieron los hermanos
Yanes, quienes nunca exigieron a ningún propietario de aviones ningún tipo de alquiler por el uso de la pista o de sus tierras,
y sálo una modesta suma por la protección del gran hangar que luego construyeron con capacidad para cobijar unas siete máquinas.
En el local del Aeroclub, los estudiantes guardaban sus instrumentos de trabajo, mapas de la región y de la isla, así
como un pequeño archivo para clasificar los reportes que estaban supuestos a entregar por escrito y que luego formaban parte
de las calificaciones finales. Estos reportes eran el testimonio más elocuente y valioso del producto de aquellas actividades
tan avanzadas en el campo de la educación. Verdaderas piezas de gran originalidad en que los estudiantes confiaban sus impresiones
y la verificación objetiva de lo que ellos aprendían en clase y luego comprobaban en vivo a bordo de las avionetas.
En la foto aparecen (de Izq a Derecha): Carlos Alvarez, cuya hija realizaba vuelos ese día; Arturito Garay, quien junto
con Emilito Madariaga, eran asiduos colaboradores del Dr. Fernádez, "Paquito", quien aparece junto a la alumna que
toma notas y que parece ser Amelita Caraballo; y con la mano en la hélice Raúl García Iglesias que en esa época era el Director
del plantel y uno de los pilotos del Aeroclub de Estudios Geográficos. El avión, CU-N286, Piper Vagabond, era propiedad de
Eduardito García.
R.A.G.
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